El saber en los objetos

En la parte final de texto sobre “La sociedad de la ignorancia” que seguimos revisando en ExplorArTIC hay un apartado escrito por Mayos sobre La sociedad del desconocimiento donde afirma que, derivado del uso intensivo de las tecnologías de la IC, habrá un momento en que “el saber exista por los nodos de Internet con independencia de cualquiera de nosotros”. Es un momento, me parece, posible y que por una parte es una manifestación de las posibilidades de la conjunción de las inteligencias colectiva y distribuida que presenta el riesgo declarado por Mayos: llegar a ser una sociedad del desconocimiento en tanto que los artefactos serán los depositarios del saber.

Saber Lion 2
Saber Lion 2 (Photo credit: Wikipedia)

La afirmación me evoca elementos de la historia de la tecnología en la que vemos cómo el desarrollo de una nos lleva a sustituir una habilidad por otra; en relación a una tecnología intelectual, y de ellas hemos estado hablando, es posible que al depositar el saber en un artefacto podamos pensar más o diferente acerca de las cosas que afectan al objeto de ese saber. Un ejemplo ya viejo son, me parece, las tablas de multiplicar. Entendámoslas como un artefacto que en su memorización contienen ya un saber que no es necesario reconstruir cada vez que tenemos que multiplicar números de un dígito (Aclaro que con esto no estoy diciendo que el mejor modo de aprender la multiplicación es la repetición de las tablas hasta memorizarlas; simplemente que independientemente del proceso de comprender las estructuras de la operación de multiplicar, la memorización es un artefacto que a mí me ha resultado útil). al manejar con facilidad este “artefacto” podemos llevar a cabo operaciones más complejas. Algo similar puede suceder si en lugar de las tablas de multiplicar contamos con las modernas calculadoras; aunque, con la condición de que comprendamos lo que esa calculadora está haciendo por nosotros.

Comprender lo que hacemos y lo que los artefactos hacen es una clave importante para no dotar a los “nodos de Internet” de la agencia suficiente como para determinar los criterios de verdad y de valor que rigen las prácticas humanas. Es decir, cuando ese saber del que habla Mayos actúa según la agencia del “nodo” frente a un humano que no comprende lo que hace, es posible que el criterio de verdad en la actuación de ese humano sea el “nodo” en cuestión.

Publicado por

Francisco Morfin Otero

Profesor en ITESO: las TIC y la Educación, el impacto social de las TIC

3 comentarios en «El saber en los objetos»

  1. Hola Francisco,

    El hacer conexiones entre los nodos es la forma en cual podemos crear el conocimiento individual. Esto me recuerda a la discusion alrededor de las comunidades de aprendizaje. Estas crean sus propios nodos. Nosotros como participantes en estas redes creamos nuestro conocimiento adentro de estas «torres de marfil» como dice Brey en el ensayo. Gracias y nos encontramos en la red #explorartic

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